El hormigón celular es un hormigón multifuncional que puede utilizarse para aislamiento térmico, aislamiento acústico, prevención contra incendios y resistencia sísmica.
El hormigón celular es un material poroso fabricado mezclando una solución acuosa de agente espumante para generar espuma, añadiendo la espuma al mortero, mezclando, obteniendo un hormigón con burbujas uniformes, y luego vertiendo, moldeando y curando.
Debido a que el hormigón celular contiene una gran cantidad de poros cerrados, posee propiedades físicas y mecánicas tales como bajo peso, aislamiento térmico, aislamiento acústico, resistencia al fuego, amortiguación sísmica y buena fluidez, lo cual evita eficazmente el espacio explosivo que se forma durante el relleno de tuberías. El hormigón celular en sí es alcalino y se passiva con los metales, formando una película en la superficie de contacto entre ambos materiales para impedir posteriores reacciones químicas, protegiendo así las tuberías metálicas antiguas contra la corrosión y el colapso.
Debido a sus diversas propiedades físicas, el hormigón celular ha sido desarrollado y aplicado en paneles compuestos, relleno de paredes para aislamiento térmico y acústico, relleno de paredes cortafuegos, relleno de tuberías y pistas de atletismo de plástico. No obstante, han existido casos exitosos en el uso de hormigón celular en aplicaciones de túneles.